lunes, 17 de diciembre de 2012

Confianza, transparencia y respeto

Estos son los tres pilares en los que se basa el sistema educativo finlandés. 

¿Confianza? La comunidad confía en los colegios, la sociedad confía en los profesores y los profesores confían en los alumnos. Los colegios cuentan con gran autonomía. 

¿Transparencia? Cada colegio organiza su programa de estudios, la planificación educativa es consensuada entre los profesores y los alumnos, y los estudiantes opinan sobre las propuestas de los docentes, informan de sus intereses y participan en la organización del curso. Esta participación activa por parte de los alumnos garantiza su motivación. 

No se crea una barrera que diferencie entre escuela y casa, sino que, por ejemplo, el uso de las tecnologías es igual de aceptado en ambos lugares. La educación se concibe como un lugar gratuito e igual para todos. No se paga ni matrículas, ni materiales, ni comida. 

¿Respeto? Los profesores son personas con gran reputación, elevados estudios y para llegar a ejercer como tal han tenido que pasar por un exhaustivo proceso de selección. Además no son sólo respetados plenamente por los alumnos sino por toda la sociedad, dado que han sido muy bien preparados, de hecho, solo los mejores alumnos pueden acceder a la docencia. 

Hay una cuestión fundamental y es que los profesores aman su trabajo. Son conscientes de que tienen que innovar todos los días en clase. No contemplan un sistema de control, sino que los estudiantes trabajan solos en clase en sus proyectos ya que piensan que el rendimiento aumenta al encontrarse en un sistema de confianza. 

Los chicos pueden elegir el camino que deseen entre las dos posibilidades que oferta el sistema educativo: educación general o vocacional. La enseñanza obligatoria comienza a los 7 años y los niños tienen menos horas lectivas que en otros países. Hay unos 20 alumnos en cada clase y los centros educativos son, a su vez, muy reducidos. La metodología no se basa en memorizar sino que se hace énfasis en el desarrollo de la curiosidad, la creatividad, la experimentación... No se trata de transmitir información sino que es más importante aprender a pensar que aprender a repetir. La idea de trabajar en grupo está muy presente entre los estudiantes, que tienen claro desde muy temprana edad que solos no pueden hacerlo todo, sino que tienen que colaborar los unos con los otros.



¿Por qué estamos aquí?

La propuesta de un proyecto de innovación social ha sido muy tentadora, tanto que no me pude aguantar hasta verlo por mi misma. Tuve mucha fe en él desde la primera vez que escuché que se pondría en práctica. La primera sesión ha sido muy satisfactoria. Los temas propuestos han estado muy bien, son totalmente actuales y sobre todo cercanos, nos incumben en toda su envergadura. 

La "educación" ha sido el tema elegido. Somos un grupo de cuatro personas que estamos muy interesadas en esta temática. Espero que podamos entre todos centrarnos en aquello que más interesa para poder dar un cambio al sistema educativo. Por ahora, veo que tenemos mucho en común y mucho que aprender los unos de los otros. Desde el primer encuentro ya nos hemos animado a adentrarnos en este mundo, y creo que ese entusiasmo va a durar...